Según la agencia EFE, se trata de una acompañante que mide 1,73 metros, pesa 54 kilos, dispone de órganos sexuales artificiales y un esqueleto articulado. El detalle: no puede caminar ni moverse de manera autónoma.
Douglas Hines, un ingeniero que trabajó en inteligencia artificial en los laboratorios Bell antes de crear a Roxxxy, destacó que el robot “tiene personalidad, escucha y atiende. Habla y siente cuando uno la toca. Duerme. En síntesis, tratamos de reproducir todas las características de una personalidad humana".
Se venderán cinco modelos de la muñeca: Wild Wendy, de carácter aventurero y extrovertido, Frigid Farrah, reservada y tímida, Mature Martha, maternal, y S&M Susan, la dominadora.