En julio de 2008, dos motoristas y amigos de la infancia decidieron divertirse un rato con sus potentes maquinas. Fred Browden, de 42 años, y Andrew Prowse, de 46, salieron a quemar el asfalto en una carretera de Cornwall, Reino Unido. En tan sólo 20 minutos, superaron 30 veces los límites de velocidad establecidos, llegando en algunos momentos a alcanzar las 170 millas por hora (274 km/h).
Fred Browden tuvo ese dia la desgracia de ver y filmar la muerte de su amigo Andrew Prowse, que fue arrollado por una furgoneta tras chocar con un turismo al que trataba de adelantar. Andrew murió en el acto, quedando su cuerpo decapitado y desmembrado sobre el asfalto.Después del fatídico accidente, Browden tuvo que enfrentarse a cargos por conducción temeraria, siendo finalmente sancionado con una multa de 190 libras y la retirada del carnet de conducir por tres años. Ademas, el tribunal le condenó a 51 semanas de prisión. Sin embargo, la pena de cárcel ha sido suspendida durante dos años después de que la familia de Andrew pidiera al tribunal que se mostrara clemente con Browden.
El siguiente video contiene imágenes grabadas por Bowden desde su motocicleta hasta el momento del terrible accidente.